EL
HUEVO CUADRADO
Gallinita
del corral
que
siempre pisabas barro,
ponías
en cualquier sitio
el
huevo radiante y blanco
que
conseguías a fuerza
de
rebuscar el gusano
o
colarte en el granero
para
hurtar dorados granos.
Gallinita,
que veías
cielos
límpidos y claros
y
era tu reloj el sol
y
también tu calendario.
Mirabas
caer la lluvia,
colgada
del tibio palo
que
era tu cama y tu casa
debajo
del sotechado.
Gallinita
provinciana,
del
perfecto huevo sano
que
por dentro tiene un sol
en
recipiente ovalado...
Gallinita,
tú aquel día
escuchaste
un comentario
que
te hizo estirar la oreja,
(si
Dios te la hubiera dado).
-“Dicen
que hay en algún sitio
un
gallinero metálico,
que
en comederos de oro
el
pienso está rebosando
y,(dicen)
que por el suelo
hay
maíz desparramado,
que
las aves que allí viven
están
todo el día holgando”...
Y
buscando esta quimera
gallinita,
te has marchado...
¡Gallinita
de ciudad,
tú,
que naciste en el campo!
Te
han metido en una jaula,
junto
a otras te han colocado
y
pronto te has dado cuenta
que
te estaban observando
Poner
fue tu obligación
en
las fiestas y a diario...
Un
señor muy bien vestido,
con
un calibre en la mano
y
un bolígrafo en la otra,
en
un papel fue apuntando
tus
progresos de gallina
sobre
el huevo cotidiano.
Te
atiborró con su pienso
y
así el huevo fue aumentando,
en
el agua echó potingues
y
el color fue trasformando:
un
día fue el huevo azul,
al
día siguiente, pardo;
y
negro y gris y marrón
y
verde y rojo ...y morado.
Se
tornó fieltro tu cresta,
tu
plumón tornasolado
se
fue ajando con el roce
de
aquel rígido habitáculo
y
la química del hombre
en
tu interior hizo estragos...
Cierto
que sobraba el pienso
por
todo el suelo tirado,
cierto
que no te mojabas
igual
que antaño en el campo...
pero
lloraste gallina,
mi
gallinita de plástico
porque
aquel hombre fatal,
porque
aquel granjero ingrato
te
estaba pidiendo a gritos,
gallina,
huevos cuadrados.
Y
te dobló la ración
de
agua y de pienso a diario...
...Y
decía:-“Gallinita
yo
quiero un huevo cuadrado”.
Te
puso doble de luz
y
hasta la tele y la radio...
-“A
cambio quiero, gallina,
que
pongas huevos cuadrados”.
Y
te puso radiador en invierno,
y
en verano, te puso a ti, gallinita,
el
aire acondicionado...
-“Pero
quiero, gallinita,
repitió,
huevos cuadrados”.
Y
hasta un día te llevó
como
compañero a un gallo,
(un
gallo de invernadero
con
mil coloretes falsos),
pensando
que en recompensa
pondrías
huevos cuadrados...
Y
la gallina murió
en
la asfixia de un infarto.
¡Granjero
torpe, no son
los
huevos nunca cuadrados!
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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