SONETO
DE UN LABRADOR A UNA AMAPOLA
Rosa
plebeya de la tierra dura,
en
tu copa de sangre ahora bebo
las
gotas de sudor de un día nuevo
que
ofrece la cosecha ya madura.
Han
sido lluvia y sol mi dictadura;
su
llanto y su calor tan dentro llevo
que
puedo estar contento y no me atrevo
ni
quiere sonreír mi dentadura.
Aunque
oigo a la perdiz, cual caracola
que
anuncia las labores de la trilla
y
veo que flamea tu corola,
hay
veces que tu vela desarbola
la
furia del pedrisco de Castilla,
en
solo unos minutos, amapola.
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
No hay comentarios:
Publicar un comentario