NOCHE DE
REYES
Mi noche de
magia blanca,
de bengalas
y luceros,
de fantasía
febril:
¡noche
del cinco de Enero!
¡Venían
tres Reyes Magos
a lomos de
tres camellos!
Cruzaban la
carretera
y yo les
veía en sueños,
subir la
Cuesta del Rollo
resbalándose
en el hielo.
Sacaba
lustre al zapato,
-el betún
lo hacía nuevo-
y al final
eran mis manos
de
Baltasar, el rey negro...
Nítidos
en el cristal,
-con
ilusión lo recuerdo-,
los
nudillos de una mano
despertaban
al despierto,
que con un
salto felino,
de un
brinco, llegaba al suelo.
¡Corriendo,
los pies descalzos,
el corazón
sobre fuego!
A los Reyes
no los vio,
oyó
pasos de camellos...
¿Me
habrán traído carbón?...
¡Pero
no, yo he sido bueno!
Y encima de
los zapatos,
-de
cristal, como en un cuento-,
¡una
pelota de goma,
un camión
de carboneros,
un montón
de peladillas
y dos
reales de agujero!...
Si por la
ventana en pompa
sudaba
fríos el hielo,
el calor de
la ilusión
le ponía
contrapeso
y era esa
mañana gris
la más
azul del invierno.
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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