
EL
PEDRISCO
Se
paseó, labrador,
la
miseria por tu casa
una
tarde de verano
cuando
menos lo esperabas.
Un
dragón color azufre
quemó
tus espigas blancas
y
con sus patas de hielo
les
fue quebrando las cañas.
Tu
alegría fue dolor,
se
apedreó tu esperanza
y
se quedó tu sonrisa
igual
que el pedrisco, helada.
Llegó
el monstruo por el monte...
Purulenta
nube parda
con
presagios de miseria
para
la gente más llana.
Encima
de las cosechas
les
abortó su desgracia
y
mil pepitas de oro
envolvió
entre barro y agua...
...Después
se marchó voceando,
riendo
su granujada
con
relámpagos de risas
y
truenos de carcajadas...
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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