domingo, 26 de febrero de 2017

TERIN







TERÍN

Lo contrario de lo serio,
la simpatía sin fin...
Se llamaba Eleuterio,
le llamábamos “Terín”.

Era de ojos vivarachos.
Los muchachos
le nombramos capitán
de un batallón de ilusiones,
travesuras y canciones
que en mis recuerdos están.

Era el jefe de la banda;
de una panda
de chiquillos juguetones,
a los que un viejo maestro,
(don Clementino, tan nuestro,)
enseñaba las lecciones.

Y en medio de la lección;
¡atención!
picardías de Eleuterio
que siempre a mi lado estaba,
carcajadas provocaba
¡y se quedaba tan serio!

Éste es el resultado:
que he probado
“la correa de Rodrigo”
muchas veces por su culpa;
“Terín”, con una disculpa,
se libraba del castigo...

Era duende juguetón.
Su canción,
prendida en mil cascabeles,
llenó de mi infancia el pan
con anécdotas que están
llenas de azúcar y mieles.

Él fue mi mejor amigo,
pues conmigo
siempre jugaba a cantar...
Nuestra infancia fue pobreza
que gozó de la riqueza
de vivir y de jugar...

...La negación de lo serio,
la simpatía sin fin
se llamaba Eleuterio...
Le llamábamos “Terín”.


I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito Legal: VA-605-86




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