PALOMARES
DE LA ESGUEVA
Encaje
de plumón, traje azulado,
llegaba
la paloma al palomar,
el
iris en su pecho, a rebosar
de
grano en el trigal recolectado.
Buscó
en la oscuridad el nido amado.
Allí
sobre dos picos fue a dejar
el
trigo que empezó a regurgitar
del
fondo de su buche enamorado.
Con
vaho penetrante a palomina
arrulla
la zurita sus pichones.
La
vida entre el adobe se renueva
y
en nichos de tapial, escombro y ruina,
persiste
con su rito de eclosiones
en
estos palomares de “la Esgueva”.
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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