martes, 28 de febrero de 2017

DESDE LA CASA DEL MONTE






       DESDE LA CASA DEL MONTE

Hoy subo hasta ese monte con brillos de espejuelo...
Las pecas verdinegras del roble y de la encina,
pintadas en su cara de yeso blanquecina
me llevan a una casa que está en el mismo cielo.

¡La casa que en la infancia yo vi destartalada!
Paredes derruidas, hierbajos, bichos, flores
crecían por los suelos...Mas hoy los cazadores
que en ella se refugian la han hecho su morada.

Laderas socavadas por cárcavo y bodega
cruzaron mi camino de intrépida ascensión...
Tendió su catalejo, robado a la ilusión,
mi vista desde arriba mirando hacia la vega.


¡La copa de mi valle me bebo y emborracho!
Se ven a mano izquierda ruinosos palomares,
pequeños los caminos, las casas, los lugares
que fueron mis amigos de ayer, siendo muchacho.

La mano de la brisa da mimos al sembrado,
su verde terciopelo trasforma en tornasol
y el rítmico oleaje, que danza bajo el sol,
se ve en algunas partes en oro trastocado.

Caminos,-cicatrices curadas por los años,
serpean por colinas, se estiran hasta el valle
y llegan hasta el pueblo; allí el camino es calle.
¿Habrá nieve en los prados?...¡No, no, son los rebaños!


El sol está más cerca y el pueblo está más lejos...
Un ave de rapiña planea mansamente
y aroma de tomillo le abraza en su corriente.
Un poco más arriba la cruz de los vencejos.

El pueblo por la espalda: traseras y corrales,
color en los tejados de añejo de pimiento,
encima de la torre veleta como acento;
las ruinas de una ermita cercadas de trigales...

Un coche en el asfalto corona “el Portillejo”,...
baja otro al poco rato,¡qué alegre tobogán!
Imágenes brumosas al otro lado están:
es Olmos; lo diviso frunciendo el entrecejo.

En tiempo de verano la mies veré amarilla,
el verde en remolachas y alfalfas queda aislado...
(El valle es la señora que viene del mercado
y trae una lechuga metida en la cestilla).

Después, en el otoño, se queman los rastrojos
y el campo queda negro, lo mismo que el carbón...
...Aquel Apocalipsis, oscuro de tizón,
se mete en las entrañas que miran por los ojos....

Un ramo de violetas decora el horizonte,
el verde de los trigos se funde, se avinagra...
La noche poco a poco nos cierra la bisagra
y tiñe color carne los yesos de este monte...

Se empapa en un tintero, borroso de neblina,
el valle adormecido y huérfano de sol...
...Cual rastro que en lombarda dejara un caracol,
mercurio entre las sombras, “la Esgueva” se adivina...


I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito Legal: VA-605-86



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