martes, 28 de febrero de 2017

EL MÉDICO





    


                 EL MÉDICO

Un doctor a Villanueva llegó un día...
Todo el mundo comentó por largo rato
que llevando una sandalia y un zapato
de curar enfermedades no sabría...

La raída gabardina, docta y lacia,
curaría los achaques y dolores
con un mucho de desvelos y de amores
y un poquito de jarabe de farmacia.

Una boina le tapaba las ideas
a este ser desaliñado, estrafalario,
en el fondo socarrón y reaccionario
con las formas de cartón, huecas y feas.

Con la ayuda del Señor y las cigüeñas
a mis padres daba hijos, a mi, hermanos;
generosas para dar eran sus manos,
al pedir a los demás , siempre pequeñas.

-“Pase usted, don Alejandro,...pues verá,
tiene fiebre el chavalín, el más pequeño...
Le auscultaba...Con ceceo cacereño
recetaba el buen doctor: “¡Ezto no é ná”.

-Mire usted, don Alejandro, yo no sé
si el tocino para el niño será bueno...
Pero viéndole rollizo el buen galeno
comentaba:-“Pa que hablá, ¿no lo ve uzté?

Su cerebro filosófico: de Sócrates.
Era un sabio disfrazado de torpeza;
tras la basta indumentaria la riqueza
de aquel digno sucesor del gran Hipócrates...

Un doctor a Villanueva llegó un día
y el rumor de su ignorancia duró un rato,
pues llevaba en la sandalia y el zapato
medicina y corazón que repartía.



I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito Legal: VA-605-86



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