EL
PASTOR
Pastor,
traes en el morral
perfume
agreste de prados,
bronce
pálido de luna,
polvo gris
de los atajos
y lana de
ovejas churras
que van
hilando tus pasos.
Pastor,
traes en la cayada
caminos que
son cansancio,
comuniones
con el sol,
sed saciada
en los regatos,
ubres de
cabras y ovejas
y sabor a
queso rancio...
En tus
rudas manos, mimos
de un
recental tierno y albo
y un idilio
espiritual:
la madre,
detrás, balando.
Pendiente
de tus silbidos
el perro,
fiel a tu lado.
Ignorante
de alfabetos,
catedrático
de pastos;
desconocedor
del mundo,
geógrafo
de los campos.
Muy largo
en los pensamientos,
en las
palabras muy parco;
de la
sequía y la lluvia
meteorólogo
sabio.
Tienes
mañas de zahorí,
de
curandero de clavos;
filósofo
elemental,
en los
modales primario...
¡Primogénito
heredero
del acervo
castellano!
Las riberas
de “la Esgueva”
conocen
bien tu ganado:
su
escritura cuneiforme
tienen
garbada en el barro.
¡Babilónico
papiro
las huellas
de tu rebaño!
Lo conocen
Valdecós,
“el
Portillejo” y el páramo...
Tiene la
casa del monte
vedijas de
vellón blanco
prendidas
en las encinas,
pinchadas
en los carrascos.
Tuyo es el
hielo de invierno,
el bochorno
del verano,
el páramo
en el otoño,
el valle en
Abril y Mayo...
El rocío
en la alborada,
el arrebol
del ocaso,
el ordeño
en el aprisco
entre
humedades y vahos,
el parir de
las ovejas
y el criar
tiernos lechazos...
Esto y más,
pastor, es tuyo:
el
sacrificio, el trabajo.
Pero la
leche, la lana,
los
corderos, el rebaño,...
esos pastor
no son tuyos...
...¡Esos,
pastor, son del amo!
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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