viernes, 24 de febrero de 2017

LA ESGUEVA

                                     
LA ESGUEVA



Decían , siendo yo crío

los chicos de Villanueva:

-Por aquí no pasa un río,

por aquí pasa “la Esgueva”.



No es fallo gramatical;

es una definición

que cuando yo era chaval

elaboró el corazón.



Es cadenita de plata,

río Esgueva tu corriente,

que a viejos recuerdos ata

el reloj de mi presente.



Vieja Esgueva, mi álbum viejo

de añejas fotografías,

enmarcas, en mi entrecejo,

instantáneas de otros días...



...Eras, Esgueva de antaño,

del valle la fértil vena,

la bañera de mi baño,

cantarilla de agua buena.



De ovejas y lavanderas

azogue de roto espejo,

taller mecánico eras

de alicates de cangrejo.



Dos ojos tenía el puente,

-cejas de sobrios sillares-.

¡Ya se llevó la corriente

piedra y gente a otros lugares!



Hoy pasa tu agricultura

por un puente sin solera

que construyó su estructura

con salsa de hormigonera.



¿Dónde juncos y espadañas

que rasgaban tus cristales

con la lira de sus cañas

y el verdor de sus puñales?



En tus orillas benditas

tuve prima escuela yo:

-si te lanzaba chinitas,

me dibujabas la ó-.



Por la piedra de lavar,

-de azuletes escalera-

se bajaban hasta el mar

los sudores de la era.



Ocasos de purpurina

fotocopió tu papel;

fue la leve golondrina

hidroavión de tu piel.



No hubo palio en tus orillas:

chopos, álamos o pinos,...

sólo cardos y gavillas

te coronaban cetrinos.



Camposanto, a un lado inerte,

a otro, pueblo y carretera:

entre la vida y la muerte,

la Esgueva mía, frontera...



Le quiero tanto a este río

que pasa por Villanueva,

que para hacerlo más mío

siempre le llamo “la Esgueva”.

F.J.Hernandez Baruque






























































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