lunes, 27 de febrero de 2017

HORAS DE SIESTA







HORAS DE SIESTA

En las horas de la siesta
sueña la tarde oro y fuego.
Los caminos calcinados,
-polvos de talco y de yeso-,
peinan a raya los trigos:
los rubicundos cabellos
que la laca del calor
mantiene estáticos, tiesos.
Toca el macho de perdiz
su trompa llamando al celo
y en todo el valle se escucha
este ritual sempiterno.
Con barba de siete días
están los rastrojos nuevos,
-rostro que mal rasurado
émulo es del agostero-.

Y sólo, bajo el bochorno
de polvo, de luz, y fuego,
con un manojo de espigas
camina un niño harapiento;
con éstas y otras espigas
que recoja en el sendero,
piensa comprarse zapatos
para la fiesta del pueblo...

Las trillas sobre las eras,
-tortillas de paja y fuego-.
Sobre ellos están posados
los trillos de Cantalejo,
cuyos finos pedernales
cortan el pan para invierno.
Debajo de las casetas
duermen merecido sueño
los sufridos ganapanes
en su cama: paja y suelo.
Allá el fondo, en la penumbra,
los botijos hacen fresco
el líquido de cristal
que rezuman sus adentros,
mientras buscan las mulillas
pesebre y abrevadero.
En las paredes colgados
horcas, rastrillos y aperos
y un rayo que el techo acriba
de un cascabel hace espejo...

Y sólo, bajo el bochorno
de polvo de luz y fuego,
con su manojo de espigas
camina un niño harapiento...

El reloj consistorial
que ostenta el Ayuntamiento
cuatro límpidos martillos
deja caer sobre el pueblo.
Se oyen arrullar zuritas,
-borbollonea el alero-
y la cigüeña en la torre
interroga con su cuello.
En las calles y tejados
insolación y silencio
y en las esquinas las sombras
cortan trazos geométricos;
allí el perro del pastor
mata las pulgas y el sueño...

Y sólo, bajo el bochorno
de polvo, de luz y fuego
con su manojo de espigas
camina el niño harapiento;
con estas espigas y otras
que recoja en el sendero,
piensa comprarse zapatos
para la fiesta del pueblo.



I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito Legal: VA-605-86





No hay comentarios:

Publicar un comentario