EL
ABUELO SORDO
Arpegios de
una guitarra
ondulantes
en el cielo.
El niño
toca: cigarra.
Le escucha,
sordo, el abuelo.
Sus oídos
tienen veto.
su tímpano
calderón.
Nunca oye
tocar al nieto,
pero
escucha la canción
de la
sangre, que en torrente
fluye y
refluye a compás.
Abuelo
sordo: el oyente
que por
dentro escucha más.
Melodías
en la brisa.
Inaudible
partitura
y una luz,
hecha sonrisa,
posada en
la criatura,
que pulsa
prima y bordón
torpemente,
con anhelo,
a compás
del corazón
y el oído
del abuelo...
...Ahora
suena para ti
mi
lira,-verso y cariño-,
para que
escuches de mi
lo que aún
queda de aquel niño.
I.S.B.N.84-398-8126-6
Depósito
Legal: VA-605-86
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